NOTICIA DEL DIARIO "EL PAÍS"
DE ESPAÑA
AUDIENCIAS
Los jóvenes vuelven a la televisión
Aumenta el consumo entre el público que había
migrado a Internet
ROSARIO
G. GÓMEZ -
Madrid - 23/06/2011
Ha sido un viaje de ida y vuelta. Los jóvenes, que
habían dado la espalda a la televisión para caer en brazos de los formatos
digitales (especialmente Internet), regresan a la pantalla tradicional. Las
nuevas tecnologías, desde los teléfonos inteligentes hasta las redes sociales,
han ido copando parcelas cada vez más significativas del ocio de los jóvenes.
Pero este fenómeno ha entrado en declive.
No es solo una tendencia española. Países tan
dispares como Dinamarca, Estonia y Filipinas revelan que los jóvenes urbanos se
han reconciliado con la televisión, según un estudio elaborado en 15 Estados
por la multinacional de los análisis de audiencias Kantar Media.
En los últimos años, los jóvenes han optado por ver
productos audiovisuales a través de Internet. Las descargas de series
estadounidenses y las visitas a YouTube (donde el 85% de los vídeos proceden de
la televisión) provocaron el descenso de consumo televisivo. La crisis
económica y el aumento de la oferta con la TDT (se pueden captar 50 canales
gratis) explican en parte este cambio de tendencia.
En el caso de España, el informe pone de manifiesto
que niños y jóvenes (entre los 4 y los 34 años) han aumentado ocho minutos el
consumo en los cinco primeros meses del año respecto a 2010. No es mucho, pero
consolida una modificación en los hábitos de los espectadores. Más notable es
el crecimiento si se compara con el consumo global. En 2006, los espectadores
de las ciudades veían de media la televisión 215 minutos al día, mientras que
el promedio en enero-mayo de 2011 asciende a 247. Países como Estonia, Singapur
y Filipinas superan esta marca, mientras que Noruega, Rusia y Polonia están por
debajo.
El estudio se centra en el hábitat urbano
(localidades de más de 50.000 habitantes en el caso de España), donde el
consumo es inferior al de las zonas rurales. Además del hábitat, Kantar Media
cuantifica la audiencia en función de la clase social y la edad.
Respecto a la clase social, las diferencias son
abismales. El año pasado, los espectadores de menor poder adquisitivo
estuvieron conectados 262 minutos, una hora más que los de mayor nivel
económico (198 minutos). Por edades, los más expuestos fueron los que tienen 65
años y más, que pasaron casi una cuarta parte del día con el televisor
enchufado (323 minutos). En el otro extremo, el público más pequeño (de 4 a 12
años) conectó durante dos horas y media (159 minutos).
Motivados por el uso de otras tecnologías o por la
convivencia de varias pantallas, "lo que el audímetro viene a confirmar es
el buen estado de salud del consumo de televisión dentro y fuera de nuestro
país entre los más jóvenes y el público que genera", dice Kantar Media.
ANÁLISIS DE CLASE
Los jóvenes y su relación con las nuevas
tecnologías es muy estrecha y más considerando que estos utilizan internet no
sólo en sus ratos libres sino también en su vida cotidiana.
Se levantan y encienden el televisor o la radio,
miran el celular para ver la hora y envían un mensaje de texto a sus amigos
para organizar el dia. Prenden la computadora y navegan en internet. Ya no se
acercan a un kiosko para comprar el diario sino que consultan las diferentes
páginas web de los diarios para enterarse de las últimas noticias. Eligen Youtube
para ver los videos y consultan Facebook y Twitter para saber lo que hacen sus
amistades en línea. No escriben cartas sino que eligen enviar correos
electrónicos.
Sin embargo, el acceso a internet no garantiza que
estén más informados que los que no la utilizan. Como dice Rosalia Winocur (profesora,
investigadora y especialista en medios electrónicos y nuevas tecnologías de
información y comunicación) “tener acceso a internet tampoco garantiza
la igualdad de oportunidad para informarse, pertenecer, debatir o simplemente
jugar”. No todos los jóvenes tienen la posibilidad de tener un acceso libre
e ilimitado a internet pero la mayoría de ellos disponen de ésta.
Según la autora Winocur, ellos comienzan con el uso
del chat hasta que se cansan pues notan que llega un punto que no progresa en
ningún sentido. Es por esto que han seguido con el uso de las redes sociales,
tales como Twitter o Facebook, donde pueden
mostrar sus gustos, intereses, amistades, y preferencias musicales.
De esta manera se llega a una agrupación, casi sin
darse cuenta, de acuerdo a sus diferencias y semejanzas en su vida cotidiana y
encuentran un sentido de pertenencia, que fuera de la red sería más difícil de
hallar. A un click de distancia pueden sentirse parte de un grupo, sin tener
que alejarse del lugar donde se encuentran.
El uso de las nuevas tecnologías, como los teléfonos
celulares ha permitido que estos jóvenes se mantengan en contacto, no sólo
estando en sus hogares sino también fuera de ellos. Considerando que las redes
sociales también se encuentran en los teléfonos
móviles como una necesidad más del usuario. Y es aquí donde el tiempo real
se vuelve cada vez más real, ya que postean cada actividad que realizan y en el
momento que la están haciendo.
Según esta autora, la red ha permitido que retomen
el contacto con aquellos con los cuales no lo habían tenido anteriormente, como
familiares lejanos. Esto ha llevado a que los jóvenes retomen relaciones
perdidas y que muchas veces se encuentren con allegados que, mediante otra
forma, no podrían haber contactado.
La autora Roxana Morduchowicz (Doctora por la Universidad de París VIII y docente
titular en la carrera de Ciencias de la Comunicación en la Universidad de
Buenos Aires
)define en su texto “Los
jóvenes y las pantallas” a los jóvenes de la década del 60 como la generación
de la televisión; a los de la década del 70 como la generación del video: a los
de los 80 como la generación Nintendo y a los de los 90 como la generación Internet.
Los niños y jóvenes acceden a cualquier información
sin ninguna necesidad de alfabetización. Antes no podían entender el diario sin
tener un conocimiento previo o sin la ayuda de los mayores. Ahora con la
incorporación de la televisión los niños y jóvenes están más expuestos a
situaciones que antes eran reservada sólo a los adultos, como es el caso de
imágenes de violencia o de sexo.
Los jóvenes han encontrado en el zapping no
solamente un uso para darle al control remoto sino también a su vida, pudiendo
optar entre diferentes medios de comunicación o bien distintas tecnologías, al
considerar que una sola actividad a realizar los lleva a un estado de
aburrimiento.A pesar de todo esto, según el diario El País,
un pequeño porcentaje de jóvenes se ha volcado nuevamente a la televisión,
dejando de lado internet, pero el porcentaje es ínfimo aún. Por CRISTINA MAZA (Leg. 21361/4)
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